martes, 16 de octubre de 2012

No temas, En la mañana vendrá la alegría

Pude ser que estés atravesando por alguno de esos valles que nos es preciso cruzar en nuestra vida, tal vez en ese andar sientas que la desesperanza se apodera de tu corazón. Quizá sientas que tus únicos compañeros de viaje son el llanto, el luto y el dolor. Pero el Señor te dice en este día, que Él ha visto toda tu soledad, todo ese temor, todo tu llanto y todo tu dolor. Te dice hoy, No temas, Yo estoy contigo, no te he dejado no te dejaré ni te desampararé jamás, Yo tengo cuidado de tí.

"Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar, del ajenjo y de la amargura. Ciertamente lo recuerda y se abate mi alma dentro de mí. Esto traigo a mi corazón, por esto tengo esperanza: Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad! El SEÑOR es mi porción--dice mi alma-- por eso en El espero. Bueno es el SEÑOR para los que en El esperan, para el alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación del SEÑOR. Bueno es para el hombre llevar el yugo en su juventud. Que se siente solo y en silencio ya que El se lo ha impuesto; que ponga su boca en el polvo, quizá haya esperanza; que dé la mejilla al que lo hiere; que se sacie de oprobios. Porque no rechaza para siempre el Señor, antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia. "(Lam 3:19-32 )


“Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.” (Sal 30:5 )