Si
Dios te ha llamado a ser luz y tú escondes esa luz debajo de un cajón, posiblemente
hallarás el favor de los hombres, ganarás influencia, tus relaciones y tal vez
hasta tu poder aumenten, pero perderás el favor de tu Señor. Puedo decirte lo
que tú quieres oír, y gozaré de tu simpatía. O puedo decirte la verdad y
posiblemente me aborrezcas, pero obtendré el agrado de mi Señor y Dios. Prefiero
agradar a Dios que agradarte a ti.
No
todo el que te dice “Así ha dicho Jehová” viene de parte del Señor.
El
rey Acab fue uno de los reyes de
Israel más pernicioso (sino el peor) de su historia. En su mandato le ministraron
varios de sus profetas entre ellos estaban Sedequías
junto con muchos otros y también Micaías profeta de Jehová. Llegó un
momento en el que inexplicablemente Josafat
rey de Judá se alió con este otro rey (Acab) para marchar a la guerra
contra los sirios. Sedequías el
profeta, se hizo unos cuernos de hierro y se paseaba de un lado a otro y le
profetizaba a Acab: “Así ha dicho Jehová: Con éstos acornearás a
los sirios hasta acabarlos” y junto con él los otros profetas decían lo
mismo. “Serás prosperado; porque Jehová
la entregará en tu mano”. El rey Josafat
(rey de Judá) le dice a Acab (rey de
Israel) ¿no hay algún profeta de
Jehová para que le consultemos?. Y Acab
le responde con total desenfado, si todavía
queda un hombre por el medio del cual podemos consultar al Señor, PERO lo
aborrezco, porque no profetiza lo bueno
en cuanto a mi sino lo malo. Es
Micaías. Llámalo dice Josafat. Cuando buscan a Micaías le advierten que debe
profetizarle al rey cosas buenas, le dicen Micaías,
ten prudencia por favor, acuérdate que Acab,
no te quiere mucho, además tú sabes, tiene visita no le vayas a salir con otra
de las tuyas. Micaías le
reponde “Vive el SEÑOR que lo que el
SEÑOR me diga, eso hablaré”. La historia continúa Micaías diciéndole a Acab,
lo que él quería escuchar “Sube, tendrás
éxito” por la respuesta de Acab parece
que Micaías solía manejarse con
cierto sarcasmo con el rey, vaya osadía. Acab le
dice ¿cuantas veces he de tomarte
juramento para que me declares la verdad?
Micaías,
le dice: Ah quieres la verdad pues la
verdad es que Dios envió un espíritu de mentira sobre tus profetas para que te
convenzan y vayas a la guerra y ahí serás
derrotado y muerto. Acto seguido saltó Sedequías
y le abofeteó diciéndole “¿Por dónde se fue de mí el Espíritu de
Jehová para hablarte a ti? “
Micaías,
posiblemente con la cara aun ardiéndole le contesta algo así como ¿preguntas por dónde se fue? Bueno tú
lo verás aquel día cuando te vayas escondiendo de aposento en aposento.
Al
final, Acab ordenó que arrojaran en la cárcel al profeta Micaías
para matarlo de hambre, hasta que volviera Acab
en paz, lo cual no ocurrió pues fue derrotado y muerto como lo dijo el profeta
de Dios.
Pero Micaías expresa: “Si en verdad vuelves en paz, el SEÑOR no ha hablado por mí. Y
añadió: Oíd, pueblos todos”.
Esas
son las palabras de un verdadero profeta de Dios.
2 Reyes 22.
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