"El Padre Nuestro", ha sido usado para
castigar y para pretender cumplir, sacrificios entregados en vana
palabrería que no despegan del piso. el Señor Jesús nunca nos enseñó
eso. El habló y sigue hablando de una RELACION.
El Verdadero Padre Nuestro. Jesús le enseñó a sus discipulos a orar,
primero los enfrenta con el proposito de la oración: agradar
al hombre o buscar a Dios. Si buscas la atención del hombre, ya tu oración fué contestada. Pero si lo que quieres es encontrarte con Tu Padre, entonces entra en tu habitación y cierra la puerta y ahi, en esa intimidad llámale, El estará ahí. Pero Jesús también les acla
al hombre o buscar a Dios. Si buscas la atención del hombre, ya tu oración fué contestada. Pero si lo que quieres es encontrarte con Tu Padre, entonces entra en tu habitación y cierra la puerta y ahi, en esa intimidad llámale, El estará ahí. Pero Jesús también les acla
ró
tres (3) cosas importantes. 1- SANTIFICA EL NOMBRE DE DIOS, apartalo,
separalo de la imagen que tienes de tu padre humano, El no es igual. 2-
TRAE EL REINO DE DIOS. El Reino de Dios es Justicia, paz y gozo (Rom
14:17) si clamo para que ese Reino venga a la tierra el va a venir con
todo lo que ese reino es. No se va a hacer en el cielo como se hace en
la tierra, sino que, como se hace en el cielo así haz en la tierra. Yo,
hijo de Adán quien fué hecho del polvo de la tierra, también soy
tierra, entonces que se haga en MI, que soy tierra como se hace en el
Cielo. 3-PERDON. Perdonanos ASÍ como nosotros perdonamos. Lo cual quiere
decir que si nosotros NO perdonamos a quien nos ofende, pues Dios hará
igual con nosotros.
"El Padre Nuestro", ha sido usado para castigar y para pretender cumplir, sacrificios entregados en vana palabrería que no despegan del piso. el Señor Jesús nunca nos enseñó eso. El habló y sigue hablando de una RELACION.
"Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. (Mat 6:5-15)
"El Padre Nuestro", ha sido usado para castigar y para pretender cumplir, sacrificios entregados en vana palabrería que no despegan del piso. el Señor Jesús nunca nos enseñó eso. El habló y sigue hablando de una RELACION.
"Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. (Mat 6:5-15)
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