"A los
pastores y líderes que siguen pensando que nada hay que hacer para “preservar
la unión de sus iglesias”, les tengo dos noticias: la primera es que las iglesias
no son de ustedes, ni siquiera le pertenece a los miembros de ella, la Iglesia
es de Cristo. Cristo pagó por ella. La segunda: el trabajo de mantener la
Iglesia unida es del Espíritu Santo."
La realidad en Venezuela, no la
podemos ocultar con un dedo, ni los afectos al gobierno ni los que no lo son.
Hay un quiebre profundo en nuestra sociedad, a todo nivel. Y algunos pastores
han preferido aislar las iglesias que Dios les entregó y encerrarlas en el
cuarto de oración, o encumbrarla en lo alto del ayuno. Y con un ayuno, vigilia o
una cadena de oración durante los procesos electorales “para que no pase nada”
ya dan por cumplida su labor como líderes del pueblo de Dios.
Estoy
convencido de que eso no basta, ¿se imaginan a un Isaías, Jeremías o Ezequiel,
callados, enclaustrados, orando y ayunando sin declarar la palabra de Dios a su
pueblo?. Encuentro en la Biblia la historia de un sacerdote llamado Elí que
simplemente volteaba su rostro para no ver lo que hacían sus hijos, mientras
estos profanaban el templo de Dios con sus acciones. Si como no, Elí oraba,
ofrecía sacrificio y tal vez ayunaba, pero su pecado fue precisamente mirar a
otro lado.
La consigna
de muchos pastores ha sido, “La iglesia no se mete en política”, nuestros
miembros son libres de ser del partido este o aquel, a mi como pastor lo que me
importa es la vida espiritual de mis ovejas. Yo les preguntaría ¿Estás seguro
que lo que te importa es la vida espiritual de tus ovejas, pastor? Y si es así,
¿en qué parte de esa vida entra el “mirar a un lado”? La de otros tantos es “Yo
no dejo que la política, entre en mi congregación, pues eso la dividiría”. Y
con esa conducta hipócrita y totalmente surrealista, por así decirlo,
encuentran el escape necesario para la supervivencia de SU iglesia.
Pero así
como Pablo estuvo bajo el Imperio Romano, nosotros vivimos en Venezuela. Como
yo lo veo, existen 3 posibles posiciones en un problema, estas son: a favor, en
contra, y “no hago nada”, la última puede ser por diversos motivos: porque no
me importa, porque lo ignoro, o porque decidí no hacer nada, pero por
cualquiera de ellas se sigue tomando una posición la cual es: no hago nada.
Solo oremos y ayunemos.
Efectivamente
sí, hay que orar y si Dios te pone en tu corazón ayunar pues ayuna. Sin
embargo, te invito como cristiano a ver lo que sigue.
¿Por que Clamas?, Diles que Marchen.
Cuando el
pueblo de Israel (pueblo de Dios), se encontró con los egipcios detrás de
ellos, los cuales venían a esclavizarlos de nuevo, algunos lloraron y clamaron.
Otros por supuesto se lamentaron de haber salido de Egipto para morir ahí en el
desierto. Pero yo no veo en mi Biblia a un Moisés, diciendo:
“Ok, pueblo
de Israel ha llegado la hora de la verdad, de rodillas todos. A partir, de este
momento comienza un ayuno de 40 días, y además vamos a hacer vigilia de 72
horas 24 de descanso y 72 más, después de eso, bueno agacharemos nuestra cabeza
y nos rendiremos ante los egipcios pues Dios lo que quiere es que seamos
esclavos nuevamente, pero esclavos adoradores y ayunadores”. Si tú tienes una Biblia y lees el
pasaje te darás cuenta de que Dios le dice claramente a Moisés, el que dirigía
al pueblo, “… ¿Por qué clamas a mí? Di a
los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el
mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. “
(Éxodo 14:15-16) .
Bueno,
entonces alguien dirá “marchemos”. No amigo, yo no vine a hablarte de marchas,
y estoy completamente claro en que la oración y el ayuno (dirigidos por Dios)
son armas letales en la guerra espiritual. Realmente estoy por decirte que hay
ocasiones en que tenemos que levantar nuestras voces para ser factor de cambio
y que “voltear la cara”, es el mismo acto hipócrita de Pilatos al lavarse las
manos. ¿Alguien cree de verdad que Dios tendrá por inocente al culpable?
¿Alguien cree ciertamente que quedarse callado, bajar la cabeza y no decir nada
es la respuesta?
A los
pastores y líderes que siguen pensando que nada hay que hacer para “preservar
la unión de sus iglesias”, les tengo dos noticias: la primera es que las iglesias
no son de ustedes, ni siquiera le pertenece a los miembros de ella, la Iglesia
es de Cristo. Cristo pagó por ella. La segunda: el trabajo de mantener la
Iglesia unida es del Espíritu Santo.
Pueblo de
Dios: ¿Novia y Prostituta?
Encontramos
a lo largo del Nuevo Testamento, numerosas citas en las que se nos habla de la
Iglesia de Cristo como su novia y de cómo Él dio su vida por ella. La iglesia
estaá formada por todos aquellos que han creído en Cristo para salvación.
También somos el pueblo de Dios, y herederos de las promesas de Abraham el
padre de la fe. Nos gusta llamarnos “El pueblo de Dios”, nos sentimos bien,
agradados, distinguidos y honrados por Dios, cuando Él nos llama SU pueblo. Sin
embargo, no es solo ahí cuando debemos sentirnos SU pueblo. Tenemos que estar
alerta para ver que el pueblo de Dios puede convertirse en otra cosa.
En Ezequiel
16 encontramos, todo un capítulo que habla del pueblo de Dios. Pero no de una forma muy agradable, compara a su pueblo
con una mujer, que siendo una bebé la abandonaron en el campo, ni siquiera
cortaron su cordón umbilical, la tiraron llena de sangre para que muriera. Dice
que Dios pasó por ese campo y se compadeció de ella, y le dijo ¡VIVE! Luego
creció y se multiplicó como la hierba, pero aún estaba sucia y desnuda,
entonces Dios, la lavó la cubrió con su manto, e hizo pacto con ella, la tomó
como novia. Le dio los mejores atavíos, el mejor vestido. La bendijo y la
prosperó Dios. Pero dice luego, que “confiaste en tu hermosura y te
prostituiste”, al extremo que ni siquiera le pagaban para estar con ella, sino
que esta mujer, su novia, le hacía obsequios a aquellos para que
vinieran y se acostaran con ella. Dice que su novia, usó los
atavíos y sus hermosas ropas que Dios le había dado (la Gloria de Dios) y con
ellos fabricó lugares altos dónde se adoraban los dioses de aquellos con los
que se acostaba. Ofreció sus HIJOS inclusive para aquellos.
Luego llama
a su pueblo, ramera (prostituta) y dice que por haberse acostado con aquellos Él
la avergonzará juntamente y delante de aquellos con los que fornicó y adulteró.
¡Oh, sí!,
son palabras duras, sumamente duras, no encuentro como “suavizar” Dios ahí
habla fuerte, mucho más de lo que se puede ver en estas líneas, te invito a que
lo leas.
Cuidado
hermanos, nosotros somos el pueblo de Dios, esto es con nosotros. Y hay
pastores e iglesias que se han olvidado de la Gloria de Dios y se hicieron
lugares altos dónde adorar a otro dios. Se hicieron sus propias antorchas para
alumbrar su camino, y se alejan de la Luz Verdadera.
“Pero ustedes que encienden fuegos y preparan antorchas encendidas, caminen
a la luz de su propio fuego y de las antorchas que han encendido. Esto es lo
que ustedes recibirán de mi mano: en medio de tormentos quedarán tendidos.”
(Isa 50:11) (NVI)
(continuará)
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